lunes, 10 de noviembre de 2014

Virus de la Rabia

¿Que es el virus de la Rabia?

La rabia es una enfermedad causada por un virus, que afecta a los animales y a los seres humanos. Se transmite cuando la saliva infectada por el virus penetra en el organismo a través de una herida o corte en la piel.


Causas de la Rabia


La causa de que se desarrolle la rabia es un pequeño virus alargado, como un bastón, que tiene en su interior una molécula de ARN. Se puede encontrar por todos los lugares del mundo donde haya mamíferos, ya que vive en su saliva, y pasa de un mamífero a otro cuando la saliva infectada entra en contacto con músculos y sangre del mamífero sano; para ello tiene que haber una puerta de entrada a través de una mordedura o un arañazo. Los animales que transmiten la rabia con más frecuencia al ser humano son:

Perros.
Murciélagos.
Zorros.
Mapaches.
Tejones.
Comadrejas.
No es del todo fácil saber cuándo un mamífero está infectado por la rabia, aunque se puede notar por cambios en su actitud (por ejemplo, ladrar por la noche sin interrupciones, o estrellarse contra el suelo en el caso de los murciélagos), por un aumento de su agresividad sin que se le incite a ello, por el mal aspecto que presente, o porque no pueda tragar saliva y le salga de la boca en forma de espuma.

Síntomas de la Rabia


La rabia aparece de forma progresiva en distintas etapas, que presentan síntomas característicos en cada una de las mismas:
Período de incubación
Justo después de la mordedura animal la persona afectada no tiene ningún tipo de síntoma de la rabia. Lo habitual es que dure entre uno y tres meses, aunque a veces la rabia puede aparecer en menos de una semana o hasta siete años más tarde. Es en este período cuando la profilaxis con la vacuna es esencial.
Pródromos

Duran de dos a diez días. Suelen aparecer síntomas inespecíficos, pero ya alertan a la persona que los sufre. Los más frecuentes son:
Fiebre con escalofríos.
Sensación de hormigueo, picor o sensibilidad exagerada en el lugar de la herida.
Cansancio sin realizar ejercicio físico.
Dolor articular y muscular.


Aparece la enfermedad con toda su fuerza. Dura entre dos y siete días. Los síntomas de la rabia son variados y son consecuencia de la inflamación cerebral, la encefalitis. Clásicamente se distinguen dos tipos de rabia según los síntomas que predominen:
Rabia violenta o furiosa (70%)
Hiperactividad, incapacidad para quedarse quieto o para dormir.
Ansiedad, excitación.
Ideas delirantes de persecución.
Ataques de violencia contra las personas del entorno.
Espasmos musculares.
Convulsiones.
Rabia paralítica (30%)
Pérdida de la sensibilidad en el lugar de la mordedura, que se expande por todo el cuerpo.
Parálisis muscular; primero en el lugar de la mordedura, y que asciende progresivamente.
Pérdida de fuerza muscular progresiva.
Coma y muerte

Cualquiera de los dos casos de rabia terminan con el coma y la muerte del paciente que la sufre. El coma puede durar de uno a diez días, y se puede acompañar de convulsiones o crisis respiratorias según el tipo de rabia. Al final, la parada cardio-respiratoria es la causa más frecuente de muerte, si bien en otros casos se debe a infecciones secundarias o infartos.

Tratamiento y prevención de la Rabia.

En primer lugar es esencial el tratamiento local de la herida producida por el animal infectado. Se recomienda acudir a un centro de salud lo antes posible, donde un médico o enfermera limpiará la herida con agua y jabón. Es importante que el agua arrastre la suciedad de la herida con la presión suficiente para que se pueda eliminar la mayor parte del virus. El tratamiento en sí de la rabia consiste en su prevención mediante una vacuna que se debe administrar cuando hay riesgo de contraer la infección a través de heridas. La vacuna activa al sistema inmune para que identifique y elimine el virus de la rabia de nuestro cuerpo. La pauta de la vacuna es de cinco dosis repartidas en un mes; se debe comenzar el tratamiento en el mismo momento que se limpia la herida, pero la profilaxis también es efectiva si se comienza hasta 14 días después.

Para evitar el contagio de la rabia y prevenir su propagación se recomiendan una serie de medidas:


* Vacunar a todos los mamíferos que se tengan como mascota siguiendo las recomendaciones del veterinario.
* No entrar en contacto con animales callejeros o salvajes de los que se desconozca cuál es su estado de salud.
* Se puede recomendar la vacuna directamente a las personas que viajen a zonas de alto riesgo durante largo tiempo o trabajen en contacto con animales con riesgo.
* Si compra animales en otros países infórmese de si pueden cruzar fronteras y si están correctamente vacunados.
* Cuando entre en contacto con mamíferos sospechosos de rabia consulte al médico, incluso cuando no haya herida.

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